Los drones, aeronaves no tripuladas por un piloto y guiadas a distancia por control remoto, hace tiempo que han dejado de ser ciencia ficción. UAV, UAS, RPA, y RPAS son algunas de las siglas con las que se denomina a estas aeronaves.

Los drones comienzan a poblar nuestros cielos. Los avances tecnológicos y los precios asequibles han permitido su uso de forma generalizada, con los riegos que puede suponer para la navegación aérea. Hoy día un particular puede adquirir un dron básico desde unos 11 euros.

Además, en el ámbito profesional cada vez tienen más aplicaciones. Así, sabemos que Amazon está realizando pruebas para utilizarlos para el reparto de sus envíos. También el uso de drones para la agriculturaestá en aumento y puede dar lugar a una auténtica revolución en el sector agrícola. Estos ejemplos se unen a las funciones de vigilancia y seguridad en espacios públicos y privados (playas, eventos deportivos multitudinarios, bosques, montaña, grandes instalaciones industriales, etc.) y a las de comprobación de daños y siniestros, en el caso de peritaciones que realiza el propio sector asegurador.

Desde agosto de 2015 a enero de 2016 se registraron más de 580 incidentes con drones en Estados Unidos. La Federal Aviation Admnistration (FAA) indica que recibe más de 100 alertas sobre incidentes con drones cada mes. La evolución del mercado europeo permite pensar que la situación aquí será muy similar en poco tiempo.

Legislación actual en España

La Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AEASA) nos recuerda en su página oficial que, en España, hasta que se apruebe definitivamente el Real Decreto de UAS (que será la norma que regulará estos aspectos), es necesario contar con una póliza de seguro que cubra la responsabilidad civil frente a terceros, por los daños que puedan derivar de cada vuelo que se realice con un dron, tanto si se trata de un vuelo con fines recreativos o de un vuelo con fines profesionales.

Así, todos los drones con un peso superior a 250 gramos, deben tener un seguro obligatorio. Los drones que pesen menos de 20 kilos deben contar con un seguro que cubra daños de hasta 265.000€ mientras que los drones que pesen más de 20 kilos deben contar con un seguro que cubra daños de hasta 325.000€.

Por otro lado, tenemos los drones de menos 250 gramos y aquellos considerados “juguetes”, es decir, los que, de acuerdo con el Reglamento Europeo de Ejecución (UE) 2019/947, estén diseñados para el juego de menores de 14 años o su uso esté previsto para este fin. En estos casos, no es obligatoria la contratación de un seguro.

No obstante, aunque los drones considerados juguete y los de menos de 250 gramos no estén obligados a contar con un seguro, debemos tener en cuenta que, en caso de causar daños a terceros, la persona que los cause será considerada responsable de dichos daños. Por este motivo, desde Emprender Seguro recomendamos siempre la contratación de una póliza que cubra los daños que podamos causar utilizando nuestro dron.

Además, un aspecto muy positivo es que la legislación establece que el seguro no recae sobre el dron, sino sobre el operador (la persona que lo utiliza) y por lo tanto, esta persona asegurada, puede utilizar varios drones con la misma póliza de seguro.

Requisitos para realizar actividades aéreas de trabajos técnicos o científicos

Las actividades aéreas de trabajos técnicos o científicos realizadas drones pueden realizarse de día y en condiciones de buena visibilidad. Además, se exigen los siguientes requisitos en relación a la aeronave:

• Caracterización de la misma.
• Manual de operaciones.
• Estudio aeronáutico de seguridad de la operación que se va a realizar.
• Estudio satisfactorio de los vuelos de prueba.
• Programa de mantenimiento.
• Acreditación de la titulación que la norma exige para los pilotos.
• Seguro u otra garantía financiera para cubrir las responsabilidades.
• Medidas de protección de la aeronave ante actos de interferencia ilícita.
• Medidas de seguridad.
• Distancia mínima respecto a aeropuertos o aeródromos.

Seguro para operar con drones

Los operadores de drones son responsables de los daños que puedan surgir durante y a causa de la ejecución del vuelo. Por ello, es obligatorio que tengan una póliza de seguro u otra garantía financiera que cubra la responsabilidad civil frente a terceros.

En las aeronaves de peso inferior a 20Kg de peso máximo al despegue el límite de cobertura está establecido en 220.000 derechos especiales de giro. En las aeronaves cuyo peso sea superior a 20Kg de peso máximo al despegue, será aplicable el límite de cobertura establecido en la normativa europea, es decir, 750.000 derechos especiales de giro.

Así, actualmente las entidades aseguradoras están ofreciendo coberturas de aseguramiento de responsabilidad civil hasta 300.000€ y 1.000.000€, respectivamente. Inicialmente, se ofrecían mediante seguros de RC general, aunque tras su calificación como aeronaves, la cobertura se ha trasladado a RC de aviación.

No es lo mismo un dron para uso recreativo que para uso militar o comercial. Por ello, han surgido múltiples productos aseguradores con diferentes coberturas según el uso del dron. Algunas entidades aseguradoras también ofrecen la cobertura de daños al propio dron, aunque limitada al caso del siniestro total. Entonces se indemniza por el valor del dron o de la carga de pago.

Consúltanos qué seguro es el más adecuado para tu caso o si deseas más información sobre las coberturas.