25 Sep Elementos que no pueden faltar en un contrato
¿Qué es un contrato?
Los contratos siempre han estado presentes en nuestra sociedad, desde los principios del comercio hasta hoy en día. En la actualidad, realizamos contratos constantemente, aunque ni siquiera seamos conscientes de ello.
Por ejemplo, cuando viajamos en transporte público estamos realizando un contrato. Y es que, desde el momento en que pagamos el billete del autobús, estamos pagando por la prestación de un servicio y somos parte de un contrato de prestación de servicios.
Un contrato es un acuerdo entre las partes contratantes, que puede ser tanto oral como escrito. Supongo que puedes imaginarte la de problemas que traen los contratos verbales…
Es por ese motivo que las empresas deberían, sí o sí, dejar documentados todos los “acuerdos” que elaboren con sus proveedores, colaboradores, clientes, etc. Y también, esa es la razón de este artículo.
Cuándo es necesario firmar un contrato
En Emprender Seguro conocemos casos de autónomos y empresas que creen que sólo con el intercambio de unos cuantos correos electrónicos ya es suficiente para sellar un acuerdo comercial.
Siento decirte que no es suficiente. En cuanto empieza a haber problemas de interpretación, la situación se complica.
También están quienes utilizan fragmentos de contratos o plantillas que encuentran en internet. Tampoco es recomendable. Existe una alta probabilidad de que no se ajuste a lo que estás buscando. Además, no puedes estar cien por cien seguro de que se ajuste a la normativa vigente y que aplica a la situación para la que se necesita ese contrato.
Tres elementos imprescindibles de un contrato
Existen tres elementos esenciales de un contrato que se especifican en el artículo 1261 del Código Civil.
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- El consentimiento. Tal y como dice la misma palabra, consiste en permitir o aceptar aquello que se especifica en el contrato. Es decir, el contrato requiere la voluntad de contratar de quienes lo firman.
Para que la persona pueda dar su consentimiento, es necesario que tenga la capacidad necesaria que se concreta en la Ley. Es decir, que la persona tenga más de 18 años. En el caso de que sea menor de edad, debe estar emancipado legalmente y, si se encuentra entre los 16 y 18 años, es necesaria la autorización de sus tutores legales (si no está emancipado).
Así pues, los sujetos que pueden contratar pueden ser tanto personas como empresas, siempre que reúnan las características mencionadas. - El objeto. Es aquel bien, derecho o prestación sobre el que recae la obligación que se ha pactado. En otras palabras, es el bien o servicio que da origen al contrato en sí, aquello que se pacta.
Por ejemplo, en Emprender Seguro prestamos servicios de asesoramiento en materia de protección de datos. En este caso, el objeto del contrato con un cliente será la prestación de ese servicio. - La causa del contrato. Se define como el motivo, el fin, el propósito del contrato en cuestión.
En el ejemplo anterior, el fin del contrato sería que el cliente quiere que su empresa o startup cumpla con la normativa de protección de datos.
- El consentimiento. Tal y como dice la misma palabra, consiste en permitir o aceptar aquello que se especifica en el contrato. Es decir, el contrato requiere la voluntad de contratar de quienes lo firman.
La redacción del contrato también importa
Además de estos tres elementos esenciales de un contrato, también es necesario que éste se entienda a la perfección. Las personas que vayan a firmar el contrato (las partes) deben comprender lo que firman. Porque ellas son las que van a asumir las obligaciones fijadas en el contrato.
Por consiguiente, es indispensable que la redacción de un contrato sea sencilla, concisa y precisa, sin perder el rigor técnico y la precisión jurídica. Es una tarea que puede resultar más complicada de lo que parece en un primer momento. Por eso, hay que dejarla en manos de especialistas.
Otros elementos de un contrato
Existen diversos elementos que pueden llegar a ser obligatorios, dependiendo de la modalidad del contrato.
En primer término, hablaremos sobre los elementos formales. Los contratos necesitan de unos requisitos formales mínimos para su celebración. Estos, se encuentran definidos en la ley correspondiente.
Existen algunos contratos que, por su naturaleza, exigen una forma específica de realizarse, como que se otorguen mediante escritura pública (que se firmen ante notario). Es por este motivo, que los elementos formales son realmente importantes.
En segundo término, los elementos accidentales son aquellos que las partes determinan en cláusulas especiales, que serán válidas siempre que no sean contrarias a la Ley, la moral, las buenas costumbres o al orden público.
5 cláusulas accidentales imprescindibles en un contrato
Como hemos mencionado en el apartado anterior, estas cláusulas forman parte de los elementos accidentales del contrato, puesto que son las partes firmantes quienes las establecen y su ausencia no influye en la consecución del acuerdo.
Las cláusulas accidentales que consideramos imprescindibles son las siguientes:
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- Cláusula de protección de datos. En esta cláusula se informa sobre el tratamiento de datos personales que va a realizar el responsable del tratamiento, que será una de las partes firmantes.
- Cláusula atributiva de jurisdicción y legislación aplicable. Permite que las partes determinen cuáles serán los tribunales que deberán conocer/resolver los conflictos que puedan surgir entre ellas y la ley que deberán aplicar.
- Duración del contrato. Permite señalar las fechas de inicio y fin del contrato.
- Forma de pago. Pretende proporcionar a las partes comodidad en el pago de la entrega del bien o de la prestación del servicio.
- Cláusula penal. Garantiza una indemnización a la parte perjudicada en caso de incumplimiento.
Esperamos haber aclarado algunas dudas. No obstante, para estar seguro de cuáles son los elementos imprescindibles del contrato que se necesita redactar y firmar en cada situación concreta, es necesario contar con un asesoramiento legal profesional.
Para saber más sobre los contratos que necesita cualquier empresa, puedes leer este artículo de nuestro blog.